Una curiosidad jurídica, algo que hoy nos sorprende es leer en libros y publicaciones, que en la antigüedad la mujer no podía dar testimonio, no podía ser testigo, o simplemente su testimonio esa nulo de nulidad absoluta; esto es sin valor legal alguno.
Mucho se ha imaginado, mucho se ha hablado al respecto y ciertamente con poco fundamento histórico y cultural.
Es por eso, que hoy queremos dar la razón histórica por la que la mujer no podía ser testigo en la antigüedad.
Todo surge del derecho romano. Y del verbo "testificar". Esta palabra esta basada en "jurar" y "testículo" (órgano genital masculino). En las cortes romanas los hombres hacían juramentos por sus testículos sobre alguna declaración.
Por no tener testículos, las mujeres no podían -naturalmente- jurar por ellos que decían la verdad. Esa simple razón es la que fundamento todo lo que después se dijo.








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